lunes, 16 de abril de 2018

LA VERDAD SOBRE EL CUERPO INCORRUPTO DE SANTA BERNADETTE SOUBIROUS.


Aprovechando la festividad liturgica de Santa Bernardette Soubirous, me gustaria explicar brevemente la verdad acerca de su cuerpo, aclamado por todos como incorrupto, que se encuentra expuesto a la veneración de los fieles en la capilla del convento de Nevers (Francia) y también despejar algunas ideas erroneas en las que se encuentra envuelto.
 

1) Su cuerpo si esta incorrupto, pero no tal y como lo vemos. Como se sabe Bernardette murió el 16 de abril de 1879, sus funerales fueron notables, e inmediatamente después fué sepúltada en la capilla del convento de Nevers en la que reposó hasta el 2 de septiembre de 1909 cuando fué exhumada por primera vez. Se encontró casi intacto aunque el hábito estaba casi deshecho y su crucifijo y rosario estaban cubiertos de óxido, todo debido a la humedad, habiendo transcurrido casi 30 años desde su fallecimiento.

2) El rostro de Bernardita no es el que vemos hoy en dia en la urna de Nevers. Como preparativo para su beatificación en 1925 se realizo una segunda exhumación y de nuevo se le encontro incorrupta, pero esta vez tenia manchas oscuras en la piel, así que se decidio colocarle una MASCARA DE CERA en el rostro y las manos, para no condenarala a pudrirse lentamente frente a los ojos de los peregrinos! Pues aunque un cuerpo se encuentre incurrupto no significa que tenga que permanecer así para siempre. Se presume que fueron los efectos climáticos lo que la deterioraron. Después de ser colocados estos recubrimientos en rostro y manos, fabricados por la empresa del Sr. Pierre Imans, se le coloco en la bella urna de cristal que hasta el dia de hoy podemos ver, y a su vez la urna fué colocada permanentemente en la capilla del convento de Nevers. Al mismo tiempo se le extrajeron dos costillas que fueron puestas en un relicario aparte y que es la unica reliquia de primer grado que se conseva en el Santuario de Lourdes. (o por lo menos la más notable).

En resumen, Santa Bernardita si esta incorrupta, pero no se encuentra "como dormida" si no que es el efecto que produce ver la mascara de cera que recubre su rostro, posiblemente sin la mascara la imagen seria mucho menos inspiradora... Pero incorrupta al final de cuentas.
La invitación es a que en cambio de estar dejandonos maravillar o conmover por si su cuerpo esta o no incorrupto es mejor pedir la interseción de la pastorcilla de los Pirineos, la que vio con sus ojos mortales a la Madre de Dios en aquella gruta de Massabielle, para que a su ejemplo busquemos unicamente la gloria de Dios y la desaparición de nuestra persona de los ojos y de las bocas de los demas. Al igual que aquella cita de san Pablo que Bernardette vivió a plenitud: "Ya no soy yo quien vive, es Cristo quien vive en mí" (Galatas 2:20)



miércoles, 4 de abril de 2018

Delirio de amor - Pascua con Santa Laura Montoya


¿Que es la Pascua si no los días gozosos en los que cantamos en victoria todos los cristianos? ¿Hay días más luminosos que cuando caminamos por el mundo testimoniando a Cristo resucitado, vencedor de la muerte y el pecado?  

Contemplando esta maravillosa verdad de nuestra fe nos podemos preguntar ¿Cómo vivían los santos el gozo de la Pascua del Señor? ¿No son los santos los grandes amigos de Jesús, los apóstoles que sin necesidad de ver al Señor resucitado la tarde del domingo de pascua lo predicaban con la misma intensidad y fe que aquellos que lo vieron?
Pues para iluminarnos en esta experiencia; Laura Montoya, la primera santa colombiana, abre la intimidad de su corazón, como una Magdalena de otros tiempos, para dar testimonio del encuentro con Jesús resucitado.

"Después de la Semana Santa de 1896, pasada en el campo, en completa soledad, comencé a sentir que ése, como fuego tan amargo, turbaba un poco mi razón. Me figuro así como la de los beodos a quienes el licor pone locos sin que se den cuenta. El sábado santo, después de aquellos días de recogimiento y meditación en un campo solitario y entre selvas que se llama la Amalia, salí a Fredonia y al día siguiente mi alma se desbordaba con los gozos de la resurrección, pero me había manejado bien en la comunión, pues había podido contenerme.
 
Estaba en la casa, cuando oí la música que anunciaba la procesión; me asomé a la puerta y al ver de lejos la imagen del Señor Resucitado ya no supe más de mí. ¡Ay! padre, cuánta vergüenza me da referir estas locuras, que sólo Jesús no más, debe conocer y que revelan yo no sé qué incontinencia del corazón y no sé qué más. Con el traje que tenía en la casa, sin mantilla y sin oír a los que me llamaban, salí a la carrera, me atravesé cantando recio toda la plaza en diagonal, para llegarme a la esquina por donde asomaba la procesión. Le canté esta estrofa:
 
¡Qué hermoso vuelves! ¿no ha sido un sueño
aquel horrible, sangriento leño,
aquellas horas de cruel dolor?
Yo era la causa de tu agonía,
y al contemplarla me consumía
remordimiento desgarrador.
 
Los duros hierros que te clavaron,
también el alma me atravesaban
también partían mi corazón;
también mis huesos se estremecieron
cuando los tuyos se desunieron,
con horrorosa dislocación.
 
Cuando llegué aquí me inundé en lágrimas y compadecida, una amiga, me tiró fuertemente de un brazo. Entonces advertí el corro que me hacían algunas señoras y mujercitas del campo y vi la manera como me había salido y supe que había cantado. ¡Dios mío! hubiera querido que la tierra me tragara, ¡que vergüenza y qué pecado me parecía esto!

La amiga que me contuvo me tranquilizaba dándome bromas con la cosa; pero yo no hubiera querido volver a recordar aquello, no por lo ridículo que aquello fue, sino por que se impusieran de mi interior. El amor, reverendo padre, tiene pudor y no le gusta que lo vean desnudo. ¿No es verdad? No fue ésta la única vez que fui vencida; pero las otras veces no tuve testigos o lo eran las discípulas de mucha confianza o una de mis compañeras de profesión que era como una hija. Sólo decían que cuando hablaba de Dios me enloquecía y respetaban la cosa. En estos casos es cuando una celda escondida hace falta." 
 
(Santa Laura Montoya - Autobiografia, Cap IX)

viernes, 13 de octubre de 2017

TESTIMONIOS PRESENCIALES DEL MILAGRO DEL SOL (Fátima, 13 de octubre de 1917)


-O Seculo (un periódico de Lisboa pro gubernamental y anticlerical)
Desde el camino, donde estaban estacionados los vehículos donde cientos de personas se habían quedado, ya que no querían pisar el lodo, uno podía ver la gran multitud volverse hacia el sol, que parecía sin nubes y estaba en su apogeo. Parecía una placa de pura plata y se podía mirar fijamente sin incomodar. Pudo haber sido un eclipse que sucedía en ese momento. Pero en ese mismo momento se produjo un gran grito, y uno podía escuchar a los espectadores más cercanos gritar: ¡un milagro! ¡un milagro!
Ante el asombro reflejado en los ojos de los espectadores, cuya semblanza era bíblica ya que todos tenían la cabeza descubierta, y que buscaban ansiosamente algo en el cielo, el sol temblaba, hizo ciertos movimientos repentinos fuera de las leyes cósmicas – el sol "danzaba" de acuerdo a las expresiones típicas de la gente.
Había un viejecito parado en las escaleras de un obús con su rostro girado hacia el sol que recitaba el credo en alta voz. Pregunté quien era y me dijeron que era el señor Joao da Cunha Vasconcelos. Lo vi después dirigiéndose a los que estaban a su alrededor con sus sombreros puestos y les imploró vehementemente que se descubrieran sus cabezas ante tan extraordinario milagro.
Las gentes se preguntaban los unos a los otros lo que habían visto. La gran mayoría admitió ver el sol danzando y temblando, otros afirmaban que habían visto el rostro de la Virgen Santísima. Otros juraron que vieron el sol girar como una rueda que se acercaba a la tierra como si fuera a quemarla con sus rayos. Algunos dijeron haber visto cambios de colores sucesivamente.
-O Dia (otro diario de Lisboa, edición 17 de octubre de 1917)
"A la una en punto de la tarde, mediodía solar, la lluvia cesó, el cielo de color gris nacarado iluminaba la vasta región árida con una extraña luz. El sol tenía como un velo de gasa transparente que hacía fácil el mirarlo fijamente. El tono grisáceo madre perla en que se tornó en una lámina de plata, que se rompió cuando las nubes se abrían y el sol de plata envuelto en el mismo velo de luz gris, se vio girar y moverse en el círculo de las nubes abiertas. De todas las bocas se escuchó un gemido y las personas cayeron de rodillas sobre el suelo fangoso…..
La luz se tornó en un azul precioso, como si atravesara el vitral de una catedral y esparció sus rayos sobre las personas que estaban de rodillas con los brazos extendidos. El azul desapareció lentamente y luego la luz pareció traspasar un cristal amarillo. La luz amarilla tiñó los pañuelos blancos, las faldas oscuras de las mujeres. Lo mismo sucedió en los árboles, las piedras y en la sierra. La gente lloraba y oraba con la cabeza descubierta ante la presencia del milagro que habían esperado. Los segundos parecían como horas, así de intensos eran.
-Tio Marto (padre de Jacinta y Francisco)
Podíamos mirar con facilidad el sol, que por alguna razón no nos cegaba. Parecía tililar primero en un sentido y luego en otro. Sus rayos se esparcían en muchas direcciones y pintaban todas las cosas en diferentes colores, los árboles, la gente, el aire y la tierra. Pero lo más extraordinario para mí, era que el sol no lastimaba nuestros ojos. Todo estaba tranquilo y en silencio y todos miraban hacia arriba. De pronto, pareció que el sol dejó de girar. Luego comenzó a moverse y a danzar en el cielo, hasta que parecía desprenderse de su lugar y caer sobre nosotros. Fue un momento terrible.
-María Capelinha (una de las primeras creyentes)
El sol transformó todo de diferentes colores – amarillo, azul y blanco, entonces se sacudió y tembló, parecía una rueda de fuego que caía sobre la gente. Empezaron a gritar "¡nos va a matar a todos!", otros clamaron a nuestro Señor para que los salvara, ellos recitaban el acto de contrición. Una mujer comenzó a confesar sus pecados en voz alta, diciendo que había hecho esto y aquello….
Cuando al fin el sol dejó de saltar y de moverse todos respiramos aliviados. Aún estábamos vivos, y el milagro predicho por los niños fue visto por todos.
Yo estaba mirando hacia el lugar de las apariciones, esperando serena y fríamente que algo sucediera, y con una curiosidad en descenso porque había pasado mucho tiempo sin que sucediera nada que me llamara la atención. Entonces escuché miles de voces gritar y vi que la multitud de pronto se giró hacia el lado contrario, sus espaldas en contra del sitio donde yo tenía dirigida mi atención y miré al cielo del lado opuesto.
La hora legal era cerca de las 2 de la tarde, alrededor del medio día solar. El sol unos momentos antes había aparecido entre unas nubes, las cuales lo ocultaban y brillaba clara e intensamente. Yo me volví hacia el magneto que parecía atraer todas las miradas y lo vi como un disco con un aro claramente marcado, luminoso y resplandeciente, pero que no hacía daño a los ojos. No estoy de acuerdo con la comparación que he escuchado que han hecho en Fátima y la de un pesado disco plateado. Era un color más claro, rico y resplandeciente que tenía algo del brillo de una perla. No se parecía en nada a la luna en una noche clara porque al verlo uno y sentirlo parecía un cuerpo vivo. No era una esfera como la luna ni tenía el mismo color o matiz. Parecía como una rueda de cristal hecha de la madre de todas las perlas. No se podía confundir con el sol visto a través de la neblina (porque no había neblina en ese momento), porque no era opaca, difusa ni cubierta con un velo. En Fátima daba luz y calor y aparentaba un claro cofre con un arco bien difundido.

SEXTA Y ÚLTIMA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN LA COVA DE IRIA - 13 DE OCTUBRE DE 1917.


Según las memorias de Lucia:
Durante la noche del 12 al 13 de octubre había llovido toda la noche, empapando el suelo y a los miles de peregrinos que viajaban a Fátima de todas partes. A pie, por carro y en carretas venían, entrando a la zona de Cova por el camino de Fátima – Leiria, que hoy en día todavía pasa frente a la gran plaza de la Basílica. De ahí bajaban hacia el lugar de las apariciones. Hoy en día, en el sitio está la capillita moderna de vidrio, encerrando la primera que se construyó y la estatua de Nuestra Señora del Rosario de Fátima donde estaba la encina.
En cuanto los niños, lograron llegar a Cova entre las adulaciones y el escepticismo que los había perseguido desde mayo. Cuando llegaron, encontraron críticos que cuestionaban su veracidad y la puntualidad de la Señora, quien había prometido llegar al medio día. Ya habían pasado las doce según la hora oficial del país. Sin embargo cuando el sol había llegado a su apogeo la Señora se apareció como había dicho.
-"¿Qué queréis de mí?"
-Quiero que se construya una capilla aquí en mi honor. Quiero que continuéis rezando el Rosario todos los días. La guerra pronto terminará, y los soldados regresarán a sus hogares.
-"Sí, Sí"
-"¿Me dirá su nombre?"
-Yo soy la Señora del Rosario
-"Tengo muchas peticiones de muchas personas. ¿Se las concederá?"
-Algunas serán concedidas, y otras las debo negar. Las personas deben rehacer sus vidas y pedir perdón por sus pecados. No deben de ofender más a nuestro Señor, ¡ya es ofendido demasiado!
-" ¿Y eso es todo lo que tiene que pedir?"
-No hay nada más.
Mientras la Señora del Rosario se eleva hacia el este, ella tornó las palmas de sus manos hacia el cielo oscuro. Aunque la lluvia había cedido, nubes oscuras continuaban oscureciendo el sol, que de repente se escapa entre ellos y se ve como un suave disco de plata.
-"¡Miren el sol!"
En este momento, dos distintas apariciones pudieron ser vistas: el fenómeno del sol presenciado por los 70,000 espectadores y aquella que fue vista solo por los niños. Lucía describe esta aparición en su diario.
Después que la Virgen desapareció en la inmensa distancia del firmamento, vimos a San José y al Niño Jesús que parecían estar bendiciendo el mundo, ya que hacían la señal de la cruz con sus manos. Un poco después cuando esta aparición terminó vi a Nuestro Señor y a Nuestra Señora, me parece que era lo Dolorosa. Nuestro Señor parecía bendecir al mundo al igual que lo había hecho San José. Esta aparición también desapareció y vi a Nuestra Señora una vez más, parecida a nuestra Señora del Carmen (Sólo Lucia vio la última aparición, como anticipando su entrada al Carmelo unos años después.
Estas serían las últimas apariciones en Fátima para Jacinta y Francisco. Sin embargo, a Lucía, nuestra Señora se la apareció una séptima vez en 1920, como lo había prometido la Señora el mes de mayo. Esta vez Lucía estaba en oración en la Cova, antes de dejar Fátima para ir a un internado de niñas. La Señora vino para alentarla a que se dedicara enteramente a Dios.
Mientras los niños veían las diversas apariciones de Jesús, María y San José, la multitud presenció un prodigio diferente, el ahora conocido como el famoso milagro del sol.

miércoles, 13 de septiembre de 2017

QUINTA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN LA COVA DE IRIA - 13 DE SEPTIEMBRE DE 1917.

Según las memorias de Lucia:

A pesar del ridículo y las burlas causadas por la prensa secular y atea, más de 30.000 personas se reunieron en Cova para la aparición del mes de septiembre. Ahora mientras se rezaba el Rosario la multitud pudo ver a los niños ponerse de pie mirando hacia el este y ver como la admiración se apoderaba de sus rostros. Un momento mientras los niños esperaban, mirando y mirando, sus ojos en la encina, su gozo encendido como una llama. Ya habían caído de rodillas de nuevo, y personas cerca de Lucía la escucharon decir:

-"¿Qué queréis de mí?"
-Continuad rezando el Rosario, hijitos mios. Hacedlo todos los días para que cese la guerra. En octubre vendrá nuestro Señor, así como Nuestra Señora del Perpetuo Socorro y Nuestra Señora del Monte Carmelo. San José se aparecerá con el Niño Jesús para bendecir al mundo.
-A Dios le agradan vuestros sacrificios, pero no quiere que os pongáis las cuerdas de noche para ir a dormir. Sólo ponéroslas durante el día.
-"Tengo las peticiones de muchas personas que piden su ayuda. ¿Curaréis vos a una niña que es sordomuda?"
-Ella mejorará en un año.
-"¿Y las conversiones que algunos han pedido? ¿Las sanaciones de los enfermos?"
-Algunas las curaré a otras no. Nuestro Señor no confía en todos ellos, pues algunos, recuperada su salud, volverían a caer en sus vicios y pecados.
-"¿Quiere que se construya una capilla pequeña aquí con el dinero que las personas han dejado aquí?"
-Sí, deseo que se construya una pequeña capilla en honor de Nuestra Señora del Rosario. Pero diles que se utilice sólo la mitad de ese dinero para esto. La otra mitad será para las dos andas que ya os comenté y vosotros sabéis.
-"Muchos creen que yo soy una impostora y un fraude, dicen que merezco ser colgada o quemada. ¿Podéis por favor hacer un milagro para que ellos crean?"
-En Octubre haré un milagro que permitirá que todos crean.
La entrevista se había terminado. La visión se elevó como antes, y Lucía, señalando a la Señora, le dijo a la multitud: " Si desean verla, ¡miren! ¡miren!".

sábado, 19 de agosto de 2017

CUARTA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN LA COVA DE IRIA - 19 DE AGOSTO DE 1917

Según las memorias de Lucia:

Bajo el pretexto de proveerles de su propio automóvil, para que los niños pudieran trasladarse seguramente en medio de la multitud que rodeaba sus hogares, el administrador civil o alcalde del distrito en el que estaba ubicado Fátima, llegó a Aljustrel en la mañana del 13 de agosto. En un intento por conocer "la verdad" sin éxito, el 11 de agosto, Arturo Santos, un apóstata católico había planeado una trampa que dejaría a los niños bajo su custodia para forzarlos a revelar todo. Como acto de buena fe, se ofreció para llevar a los tres niños y a sus padres a ver al párroco, quien él decía que quería verles, y así se fue a Cova. En la casa parroquial él abandonó esta artimaña así como a los padres llevándose solo a los niños hasta la sede del distrito en Vila Nova de Ourem, a unas 9 millas de distancia. Aquí el intentó comprarlos, los amenazó de muerte y encerrándolos en una celda con otros "criminales" para hacerlos retractar de su historia. Todo esto, sin ningún resultado. A pesar de sus edades, su fe en la Señora y su coraje fueron imperturbables.

Mientras tanto en Cova al mediodía del día 13, los signos externos característicos de la aparición se hicieron visibles para la multitud, la mayor multitud hasta eses momento. Después que estos signos terminaron la multitud se dispersó, sin saber nada de las trampas tendidas por el gobierno.
Sin embargo, el "juicio" de los niños continuó por dos días, preocupando de gran modo a sus familias. Finalmente, en la fiesta de la Asunción el 15 de agosto, el Administrador los condujo de nuevo a Fátima y los dejó a los pies de la rectoría. Aquí fueron vistos por la gente que salía de Misa tratando de sabera por parte del Tio Marto dónde habían estado los niños. Este fue el único esfuerzo serio por parte de la autoridades para intervenir en el tema de la Señora de Fátima.

En cuanto a los planes de la Señora, fueron retrasados un poco. El Domingo 19 Lucía, su hermano Juan y Francisco estaban pastoreando sus ovejas en un lugar llamado Valinhos. Estaba ubicado al lado de la misma colina opuesta a Aljustrel donde se les apareció el ángel dos veces, un poco más al norte. Alrededor de las 4 de la tarde, presintiendo que la Señora estaba apunto de aparecerce, Lucía trató sin éxito de convencer a su hermano Juan que fuera a buscar a Jacinta, hasta que le ofreció unos cuantos centavos por ir a buscarla. Mientras ella y Francisco esperaban vieron la luz típica. El momento en el que Jacinta llegó, se apareció la Señora.

-"¿Que queréis de mí?"

-"Que vengáis otra vez a Cova da Iria el trece del mes que viene, y continuéis rezando el Rosario todos los días. El último día yo haré un milagro para que todos crean."

"¿Qué debemos hacer con las ofrendas que deja la gente en Cova da Iria?"

-"Quiero que hagáis dos andas (para cargar estatuas) para la fiesta de Nuestra Señora del Rosario. Quiero que tú y Jacinta llevéis una de ellas con otras dos niñas. Vosotras dos os vestiréis de blanco. Y luego quiero que Francisco, con tres niños ayudándolo, cargue la otra. Los niños también han de vestir de blanco. Lo que quede de las ofrendas ayudará para la construcción de la capilla que ha de ser construida aquí."

Lucía luego preguntó por la curación de algunos enfermos

-"Algunos los curaré durante este año."

(Y mirándolos tristemente, les dijo)

-"Rezad, rezad, rezad mucho. Haced sacrificios por los pecadores. Muchas almas se van al infierno, porque nadie está dispuesto a ayudarlas con sacrificios."

Habiendo dicho esto se retiró como lo había hecho en otras ocasiones.

jueves, 13 de julio de 2017

TERCERA APARICIÓN DE NUESTRA SEÑORA EN LA COVA DE IRIA - 13 DE JULIO DE 1917

Según las memorias de Lucia:
Mientras se acercaba la fecha de Julio, Lucía continuaba turbada por las palabras de su párroco que advertía que el diablo podría estar detrás de estas apariciones. Finalmente, ella le confió a Jacinta que su intención era de no ir. Pero cuando el día finalmente llegó, sus miedos y ansiedades desaparecieron, de manera que a las doce estaba en Cova con Jacinta y Francisco, esperando la llegada de la bella Señora.
La aparición del 13 de julio probó ser en muchas formas, la parte más controvertida del mensaje de Fátima, proveyendo un secreto en tres partes que los niños guardaron celosamente. Las primeras dos partes, la visión del infierno y la profecía del futuro rol de Rusia y cómo prevenirlo, no serían reveladas hasta que Lucía las escribió en su tercer diario, en obediencia al obispo, en 1941. La tercera parte, comúnmente conocido como el Tercer Secreto, fue más tarde comunicado al obispo, quien lo envió sin leer al Papa Pío XII.
Unos minutos después de haber llegado a Cova da Iria, cerca de la encina, donde un gran número de personas estaban rezando el Rosario, vimos un flash de luz una vez más, y un momento después Nuestra Señora se apareció en la encina.
-"Lucía", dijo Jacinta, "habla". La Señora te está hablando".
-"¿Si? Dijo Lucía. Ella habló humildemente, pidiendo perdón por sus dudas con todos sus gestos, y le dijo a la Señora "¿Qué queréis de mi?
-Quiero que vengáis aquí el día trece del mes que viene. Continúeis rezando el Rosario todos los días en honor a Nuestra Señora del Rosario, para obtener la paz del mundo y el final de la guerra, porque sólo el rosario puede obtenerlo.
-"Sí, Sí".
-"Yo quisiera preguntarle quién es usted, y si puede hacer un milagro para que todo el mundo sepa a ciencia cierta que se ha aparecido"
-Debéis venir aquí todos los meses, y en octubre yo te diré quién soy y lo que quiero. Después haré un milagro para que todos crean.
Por tanto segura de lo que hacía, Lucia comenzó a poner ante la Señora las peticiones que todos le habían confiado. La Señora dijo muy gentilmente que ella curaría a algunos, pero que a otros no los curaría.
-"¿Y el hijo paralítico de Maria da Capelinha?"
-No, no será curado ni de su enfermedad ni de su pobreza, y debe de asegurarse de rezar el Rosario junto a su familia todos los días.
Otro caso encomendado por Lucía a la Señora fue el de una mujer enferma de Atougia quien pidió que se la llevaran al cielo.
-Dile que no tenga prisa. Dile que yo sé muy bien por qué, y cuando yo vendré a buscarla.
-Haced sacrificios por los pecadores, y decid seguido, especialmente cuando hagais un sacrificio: Oh Jesús, esto es por amor a Ti, por la conversión de los pecadores, y en reparación por las ofensas cometidas contra el Inmaculado Corazón de María.
Mientras Nuestra Señora decía estas palabras abrió sus manos una vez más, como lo había hecho en los dos meses anteriores. Los rayos de luz parecían penetrar la tierra, y vimos como si fuera un mar de fuego. Sumergidos en este fuego estaban demonios y almas en forma humana, como tizones transparentes en llamas, todos negros o color bronce quemado, flotando en el fuego, ahora levantadas en el aire por las llamas que salían de ellos mismos junto a grandes nubes de humo, se caían por todos lados como chispas entre enormes fuegos, sin peso o equilibrio, entre chillidos y gemidos de dolor y desesperación, que nos horrorizaron y nos hicieron temblar de miedo. (debe haber sido esta visión la que hizo que yo gritara, como dice la gente que hice). Los demonios podían distinguirse por su similitud aterradora y repugnante a horrorosos animales desconocidos, negros y transparentes como carbones en llamas. Horrorizados y como pidiendo auxilio, miramos hacia Nuestra Señora, quien nos dijo, tan amablemente y tan tristemente:
-Habéis visto el infierno, donde van las almas de los pobres pecadores. Es para salvarlos que Dios quiere establecer en el mundo una devoción a mi Inmaculado Corazón. Si vosotros haceis lo que yo os diga, muchas almas se salvarán, y habrá paz. Esta guerra cesará, pero si los hombres no dejan de ofender a Dios, otra guerra más terrible comenzará durante el pontificado de Pio XI. Cuando veáis una noche que será iluminada por una luz extraña y desconocida (esto ocurrió el 28 de Enero de 1938) sabréis que ésta, es la señal que Dios les dará y que indicará que está apunto de castigar al mundo con la guerra y el hambre, y con la persecución de la Iglesia y del Papa.
-Para prevenir esto, vengo al mundo para pedir que Rusia sea consagrada a mi Inmaculado Corazón, y pido que los primeros Sábados de cada mes se hagan comuniones en reparación por todos los pecados del mundo. Si mis deseos se cumplen, Rusia se convertirá y habrá paz, si no, Rusia repartirá sus errores alrededor del mundo, trayendo nuevas guerras y persecuciones a la Iglesia, los justos serán martirizados y el Santo Padre tendrá que sufrir mucho, ciertas naciones serán aniquiladas. Pero al final mi Inmaculado Corazón triunfará. El Santo Padre consagrará a Rusia a Mi Inmaculado Corazón, y esta será convertida y el mundo disfrutará de un período de paz. En Portugal la fe siempre será preservada…. Recordad, no debéis decirle esto a nadie más que a Francisco.
-Cuando recéis el Rosario, decid después de cada misterio: Oh mi buen Jesús, perdona nuestros pecados, líbranos del fuego del infierno, especialmente a las más necesitadas de tu Divina Misericordia.
-" ¿Hay algo más que quiera de mi?"
-No, no quiero nada más de ti hoy.
Luego, al igual que antes Nuestra Señora comenzó a ascender hacia el Este, hasta que finalmente desapareció en la inmensa oscuridad del firmamento.
La posesión del Secreto probó ser una gran prueba para los tres pequeños. La familia, los vecinos, seguidores de la aparición, hasta el clero, trató sin éxito que fuera revelado. Finalmente, en cuanto el día de la aparición se iba acercando, hasta el gobierno civil que era secular y venenosamente anti clerical, alarmado por el número de personas que estaban interesándose en los eventos de Fátima, atentaron con arrebatárselos y en el proceso exponer a la Iglesia como colaboradora en un fraude.