Acto de contrición...
ORACIÓN
INICIAL:
¡Jesús amantísimo
que viniste al mundo en busca de las almas y en todos los siglos
haces brotar en los vergeles de la Iglesia flores de santidad!
¡Cuán admirable y digna de todo agradecimiento es
tu providencia para con el Carmelo en cuya mística montaña
nació Santa Teresita y floreció en virtudes y desde
donde, como faro de salvación, nos guía enseñándonos
su caminito de infancia espiritual!No sólo las almas piadosas y las que se santifican en los claustros van tras el olor de sus perfumes y siguen la luz de sus ejemplos y enseñanzas, sino hasta las que nacieron en la infidelidad, las que renegaron del cristianismo o dormitan en la indiferencia..., todas aman a Teresita, deslumbradas por la luz de sus milagros y agradecidas a su lluvia de gracias. Al glorificar su nombre, te bendecimos, dulcísimo Redentor, por esta obra maravillosa de tu gracia y al invocarla en este Triduo, sed benévolo a nuestras súplicas para obtener la imitación de sus virtudes y, mediante ellas, la participación de tu gloria en los cielos. Amén.
DÍA PRIMERO:
¡Angelical Santa Teresita
del Niño Jesús! ¡Cuán bien supiste
comprender la providencia y el amor a Jesús al escogerte
entre las predestinadas para el cielo, viendo claramente "el
misterio de tu Vocación" y más que nada "el
misterio de los privilegios" que Jesús se dignó
conceder a tu alma!Leyendo tu vida se siente palpable la realidad de la vida sobrenatural; la historia de tu alma es un eco de tu vocación al cielo y en tus intimidades con Jesús, que tan delicadamente relatas, se siente una imantación irresistible hacia El Amor de los amores y Esposo de todas las almas; hasta soñando pensabas en Jesús y creías ver escrito tu nombre en el cielo. No conociste al mundo y tuviste sólo tus delicias en la lectura de los libros santos, en las visiones y sonrisas de la Virgen María, en las hablas intimas con Jesús, en el celo y oración por la conquista de las almas y cifraste tu bienaventuranza en vivir siempre en la tierra haciendo bien, como el Divino Maestro.
En esa predilección por tu alma y en tu correspondencia a las gracias con que fue enriquecido está el secreto de tu predestinación.
Haz, celestial protectora mía, que sea fiel a todas las santas inspiraciones para salvarme y glorificar así la sangre redentora de Jesús. Amén.
ORACIÓN
FINAL:
¡Amabilísima Santa Teresita del Niño Jesús! Al celebrar tu gloria, bendecimos a Dios por su providencia en predestinarte y ofrecer al mundo tu vida como ejemplar de virtudes heroicas para animar a cuantos, camino del Cielo, sienten desaliento y cautivar a los que no gustan de las cosas divinas.
Agradecidas acuden a tu altar todas las almas, viendo que, conforme a tu promesa, no permaneces inactiva en el cielo, sino que haces descender la lluvia de rosas y gracias y tanto favoreces a los que te invocan que, fiel a tu palabra, tienes tu cielo en la tierra, haciendo bien.
Sigue, celestial Santa Teresita, favoreciéndonos; bendice en especial a cuantos pertenecen a tu Pía Unión; haz que en las tierras de la infidelidad alumbre la luz cristiana, para que todos podamos gozarnos un día eternamente en el amor y en la presencia de Jesús. Amén.
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