Hoy nace una clara estrella,
 tan divina y celestial,
 que, con ser estrella, es tal,
 que el mismo sol nace de ella.
 De Ana y de Joaquín, oriente
 de aquella estrella divina,
 sale luz clara y digna
 de ser pura eternamente;
 el alba más clara y bella
 no le puede ser igual,
 que, con ser estrella, es tal,
 que el mismo Sol nace de ella.
 No le iguala lumbre alguna
 de cuantas bordan el cielo,
 porque es el humilde suelo
 de sus pies la blanca luna:
 nace en el suelo tan bella
 y con luz tan celestial,
 que, con ser estrella, es tal,
 que el mismo Sol nace de ella.
 Gloria al Padre, y gloria al Hijo,
 gloria al Espíritu Santo,
 por los siglos de los siglos. Amén.

Comentarios
Publicar un comentario