Reina
y Madre, Virgen pura, que sol y cielo pisáis, a vos sola no alcanzó la
triste herencia de Adán. ¿Cómo en vos, Reina de todos, si llena de
gracia estáis, pudo caber igual parte de la culpa original?
De toda mancha estáis libre: ¿y quién pudo imaginar que vino a faltar
la gracia en donde la gracia está? Si los hijos de sus padres Toman el
fuero en que están, ¿cómo pudo ser cautiva quien dio a luz la libertad?
Amén.
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